jueves, 23 de julio de 2009

"..Y estabamos ahí, los dos, en medio de la acera"

Esta noche tenía que ser la noche.

Iba a ir al cumpleaños de una amiga y ya había quedado con el chico que tanto me gustaba en encontrarnos ahí.

El es un poco.. Bueno, esta bien, es demasiado lento ya que siempre nos mirabamos de lejos, y cuando nos ibamos juntos a la salida de la escuela no parabamos de coquetear pero aún asi, a pesar que le dije ya sea directa o indirectamente que me gustaba, nunca me dijo nada, siempre mantuvo esa posición seria que era por la cual me enamoré.

[...]

Ya eran casi las ocho, mis amigas se estan arreglando, yo en cambio nisiquiera me había bañado.
Cuando me di cuenta de la hora no dude en dar un salto a la ducha, bañarme lo mas rapido posible para poder alistarme de una vez.

Me heché crema en todo el cuerpo y encima un fijador, queria oler bien para el. Me puse una blusa larguita que me compré exclusivamente para esa noche, había hecho que mi padre me acompañe al mall a buscar la blusa perfecta; Me puse una minifalda de jean que había mandado a arreglar ya que había perdido mas de 20lbs., unos tacos que recien me había comprado, me heche el perfume que recién me habían regalado y me planché el cabello hasta quedar totalmente lacia.
Esa noche quería estar espectacular, quería que el me viera y cayera totalmente rendido como lo hacía yo cada vez que el sonreía.
No podía dejar de visualizar el momento en que nuestros labios se encontraran y mi estómago diera vueltas sin parar, lo anhelaba.

[...]

Llegamos a la fiesta.

Mis amigos y yo estabamos en círculo y en eso, el estaba ahí, sentado con toda esa seriedad que solo a él lo caracterizaba, todos lo miraron como haciendome una señal, yo roja solo atiné a quedarme parada, yo y mi espectacularidad nos quedamos totalmente petrificadas.
Él se acercó al grupo y me dio un beso en la mejilla y saludó a los demás, se quedó parado un rato a mi lado y al ver que yo solo miraba las musarañas y pensaba en los niños de Africa, se fué.

[...]

Estaba bailando con un amigo, intentando divertirme y olvidarme de lo que había pasado anteriormente, obviando que él ya se había ido y que él fué la razón por la que fuí a esa tonta fiesta.
Intentando despejar mi mente, siento un codazo a mi lado, era una de mis mas confiables amigas que estaba bailando con él, ella me miró y como por arte de magia intercambiamos de parejas, ahora él y yo estabamos frente a frente, mirandonos, sonriendonos. ¿Se habría dado cuenta de que me arreglé demasiado? ¿Se habrá dado cuenta que asalte una perfumería?, no podía moverme, no podía seguir el ritmo de la cancion y en ese lugar solo eramos el y yo.

Nos fuimos a sentar con mis amigos, nos reíamos, jugabamos, comíamos, todo había sido a pedir de boca, era el día perfecto para comenzar una relación, pero tal vez el no sintiera eso y solo este haciendo nuevos amigos.

Salimos a comprar, esta es mi oportunidad. Yo se que a veces suelo hacer movimientos algo coquetos sin darme cuenta, como morderme el labio, jugar con el cabello o sonreir de una forma "sexy" si se podría decir asi pero aunque no lo crean, esos gestos en mi solo son por el nerviosismo que llevo encima y no quería que él pensara que soy extremadamente coqueta o que estaba en plena cacería.

No había tienda abierta, regresamos a la fiesta, creí que ya todo estaba dicho, habíamos estado solos, frente a frente y no me había dicho nada, no me iba a hechar a llorar y dejar que todo lo que había hecho habría sido por nada. Así que entre a divertirme esa noche, tal vez no tomar hasta decir basta pero si reir y reventar la pista de baile si fuera posible, esa noche tenía que ser mi noche.. aunque sea solo con amigos.

Ya eran casi las dos de la mañana, estaba mas que agotada, solo quería sentarme y tomar algo lo mas helado posible. Lo tomé de la mano y le dije que vayamos afuera con mis amigos, no obstante el me llevo al sentido contrario y salimos de la casa.

Estabamos parados en la acera, el y yo, y el calor abrazador de una noche de verano. No decíamos nada, el y yo estabamos avergonzados, puedo asegurar que el podía estarlo mas que yo. Mi corazón saltaba de alegría pero no quería hacerme ilusiones para no pasar por lo que ya había pasado anteriormente, asi que intente disimular un poco esa alegría que albergaba mi cuerpo.

El separó los labios, no podíamos estar mas nerviosos.
Mis piernas temblaban.

-Bueno, este.. ya sabes que me gustas...-

No podía estar mas avergonzada, exaltada, emocionada, no se que otros sentimientos me invadieron, pero lo hicieron.

-Ah bueno.. es obvio que tu también a mi, ¿No?-

Hubo una silenciosa y ahogada risa. Esa que sale en medio de todo el nerviosismo que te invade.

-Quiero decirte algo, pero no quiero que pienses que lo hago porque tus amigos nos molestan.. Sino que lo hago porque de verdad lo quiero-
-Ahh.. Dime-

¿Esto era realidad? ¿Todo esto estaba pasando en serio? Muchas preguntas albergaban mi cabeza pero solo esperaba una y sería la de él.

-¿Quiéres estar conmigo?
-Uhm.. S.. ah.. S-Si.-

Solo puedo decir que los siguientes segundos fueron los mas importantes hasta el día de hoy, no había podido ser mas perfecto, estabamos ahí, los dos, en medio de la acera, solos, juntando nuestros labios para darnos el primer beso y que ojala no sea el último.

Amor de niñez

Y estaba yo ahí, parada, me sentí tan imbecil como siempre me había sentido a su lado, esperandolo.

Tal vez esta vez iba a ser diferente, yo iba a hablar como "persona" y sentir que en verdad no sentía ni amor, ni odio, ni temor. Tenía que demostrar que todo había cambiado, que el tiempo ya había curado y que sobre todo lo había superado. Para no tener dudas le pedí a una amiga que me acompañara, asi que tenía que demostrar frente a ella tambien que verlo no me afectaría en nada.

El salió con su "manada" de amigos.

[...]

Y ahí nos encontrabamos, parados en medio de la pista, sin mirarnos, sin decirnos nada. Podía sentir su respiración y se que su corazón estaba tan agitado como el mío.

No podíamos pronunciar palabra alguna, así que fué mi amiga la que rompió el hielo pidiendole algo que para mi era tan valioso, no era solo una joya y ya, era algo significativo que deje que el lo cogiera porque lo sentí importante para mi.
Valga decir que mi amiga no tiene modales algunos y se lo pidió de la forma mas inexpresiva y maleducada posible.

El se sacó el anillo, que según el jamás se lo había quitado, éstiró la mano.
Yo hice lo mismo para que me lo pudiera devolver.
En ese instante nuestras manos se encontraron, nuestras miradas se hallaron y puedo asegurar que nuestros latidos estaban al unísono.

Tenía que fingir que nada pasaba, que todo había sido superado ya.

No me pude ni despedir ya que sentía que el corazón se me saldría por la boca al hacerlo, no podía pronunciar palabra alguna, solo atiné a sonreir y darme media vuelta.


Hasta ahora no puedo creer dos cosas..
Que después de dos años sin haberlo tenido en frente mío, sin haber tocado sus labios, sin haber vuelto a alborotar su cabello, en cinco segundos podía sentir que el piso temblara y que la gravedad se eliminara y que a pesar de ese sentimiento ocurrido en tan solo 5 segundos, no quiero verlo mas, no puedo verlo mas, no quiero sentirlo mas.

Se que suena extraño, pero siempre fue así. Ya que mientras el sonreía, a lo unico que yo le atinaba era a odiarlo mas.